En toda las familias se guardan, de padres a hijos, aquellas vivencias que nos dan consistencia y vida. Los abuelos cuentan a los nietos sus raices, las experiencias de sus padres, el día a día de los seres queridos y así, se va forjando la identidad y se van vinculando esas raices a los descendientes.
Hay acontecimientos que marcan a los miembros de un pueblo, tanto que viven y procuran guardar ese legado como un tesoro heredado de sus antecesores desde tiempo inmemorial. El testimonio de amor a la Virgen de Guía representado en el Día de la Hermana Mayora, las tres jóvenes que se acercan a la Virgen para cumplir promesas y pedirle deseos en el Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua y con ellas, todo el pueblo de Villaneva del Duque, que forma un núcleo de hombres y mujeres que son depositarios de una tradición que venera a la madre del resucitado, es un testimonio de amor que esta en nosotros.
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